Galicia: O Camiño dos faros

El camino de la luz

O Camiño dos Faros es una experiencia senderista inolvidable para los sentidos y una forma extraordinaria de conocer la costa occidental de Galicia, paso a paso, sin prisa, disfrutando de todos los secretos y maravillas del sendero entre la agitada orilla del mar y las colinas del litoral en un mundo intacto y natural, esperando el final de cada etapa para contemplar el atardecer.

Los atormentados y singulares relieves de la Costa da Morte son el desenlace de mares embrujados y trágicas catástrofes marineras en acantilados sobrecogedores esculpidos por los zarpazos de las tormentas oceánicas, un mundo señalado por los mitos y las leyendas, el temido finis terrae de las culturas antiguas, sede del ara solis de los cultos paganos adorado por los romanos y el resto de pueblos que alcanzaron el extremo más occidental de Europa, el abismo que engullía todas las creencias en unas tinieblas inimaginables. Una costa de bellezas puras e intactas repleta de vida natural y playas vírgenes rodeadas de dunas, bosques y arrecifes que son paraísos para los deportes acuáticos. Un camino de luz entre viejos castros y aldeas conquistadas por el ambiente rural, los puertos pesqueros, los faros más célebres de las costas gallegas y curiosos riscos de granito clavados en la orilla del mar.

El camino de la luz

O Camiño dos Faros es una experiencia senderista inolvidable para los sentidos y una forma extraordinaria de conocer la particular confabulación de escenarios naturales en el litoral costero del occidente de Galicia, paso a paso, sin prisa, disfrutando de todos los secretos y maravillas del sendero entre la agitada orilla del mar y las colinas del litoral en un mundo intacto y natural, esperando el final de cada etapa para contemplar el atardecer en cualquier punto del recorrido, la magia de la puesta del sol está asegurada mientras desaparecen todas las luces en el último horizonte. El inicio del camino es el pueblo pesquero de Malpica, de tradición ballenera, frente a la islas Sisargas, reserva ornitológica y botánica. El recorrido está marcado con flechas de color verde que simbolizan la imagen de un trasno o trasgo, uno de los duendes más populares de la mitología gallega.

La Costa da Morte

En Arou el sendero entra en el corazón de la Costa da Morte, en el origen del mito, el nombre y la historia. Las angostas veredas saltan las restingas donde han tenido lugar los naufragios más célebres, las mayores catástrofes que han marcado esta costa para siempre. El Monte Blanco no es exactamente un paisaje de acantilados, es un relieve especial formado por varias franjas de dunas rampantes superpuestas hasta alcanzar 150 metros de altura. El implacable viento de noroeste que castiga casi constantemente la costa levanta la fina arena del litoral por el aire, hasta que choca con el arbolado del monte y los matorrales, creando formaciones dunares que la lluvia destruye y arrastra de nuevo hasta la orilla del océano, una muestra viva de las fuerzas de la naturaleza mientras construyen un ecosistema único, con cráteres, crestas y canales de arena alrededor de la montaña.

El paso de la ruta por el Monte Blanco ofrece una panorámica magnífica de la ensenada del Trece y la Punta Boi, escenario de varios naufragios históricos de barcos ingleses. Primero fue el Iris Hull, en 1883, con 38 tripulantes. Siete años después, en 1890, el buque escuela Serpent, el piloto no vio el fuego del faro Vilán por la tormenta y encalló en los arrecifes de Punta Boi, de los 175 tripulantes tres salvaron la vida y fueron encontrados 142, que devolvió el mar lentamente. Las víctimas fueron enterradas en una fosa común cerca del lugar del naufragio, conocido como Cementerio de los Ingleses. Y en 1893 cayó en las fauces de Punta Boi el Trinacria, con 37 tripulantes. La prensa británica fue contundente y bautizó los rompientes de la costa gallega como “costa de la muerte”. La imponente estampa del faro Vilán cierra esta emblemática etapa antes de llegar al puerto pesquero de Camariñas. El faro de cabo Vilán tiene 24 metros de altura, fue construido con granito rosado de la zona en 1896 y fue el primero de España electrificado. En unos riscos cercanos están los restos del faro antiguo, que funcionaba mediante hogueras.

El camino de la luz

El Cabo de Touriñán, el punto más occidental de España

En Muxía aparecen las flechas amarillas del Camino de Santiago, tiene piedras oscilantes con propiedades mágicas, abaladoiras que dicen en Galicia, un santuario ancestral donde encalló la barca de la Virgen y es centro de romerías populares, mitos, ritos y leyendas desde tiempos ancestrales. El cabo de Touriñán es el punto más occidental de España, donde más tarde se pone el sol en toda Europa. El faro actual se levantó en 1981 sobre los restos de otro anterior de 1898, tiene 14 metros, es circular y también ha sido espectador de notables naufragios en un paraje azotado constantemente por los rugidos del Atlántico, un auténtico “fin del mundo”. Merece la pena conocer la curiosa historia del carguero alemán Madeleine Reig, que partió en dos el pesquero gallego Ocho Hermanos un día de tormenta, en 1935, y 22 años después, en 1957, el mismo barco alemán naufragó delante del cabo. La playa de Nemiña es un pequeño y solitario arenal en la desembocadura de la ría de Lires, un lugar mágico para terminar la jornada senderista.

La meta: Finisterre

El Camiño dos Faros llega al final y concluye en el mejor lugar de Galicia para cerrar una gran experiencia senderista. La ruta rodea la ría de Lires, la más pequeña de Galicia, y emprende un entretenido paseo entre pinos, tojos y brezos que lleva hacia los acantilados de Punta Besugueira y la Mexadoira. Los granitos aquí son rojos y naranjas, exclusivos en estos precipicios del finis terrae, y como en el resto de la Costa da Morte tampoco se han librado del modelado fiero e implacable de los envites del océano. La inmensa playa del Rostro abre su planicie de arena blanca, interminable, antes de conquistar los acantilados del cabo de la Nave, los mayores del Camiño dos Faros, por el castro de Castromiñán y la cala de Arnela, entrando en la última esquina del final de la tierra. La meta está muy cerca, oculta por la cúspide del Monte Facho. En la playa de Mar de Fora comienza el último ascenso por el Camiño da Insua. La vereda rodea la cima de las antenas y se asoma finalmente al cabo de Finisterre, el desafío logrado, el kilómetro cero de los mitos y leyendas viajeras que orbitan alrededor del final de la tierra más universal y visitado de todos los tiempos. La popularidad del lugar hace que se concentren alrededor del faro todo tipo de viajeros, caminantes y peregrinos, a pie, en coche, en bici, corriendo o cabalgando, todos quieren brindan un instante de emoción contemplando la línea embrujada del océano, muchos se conforman con un sencillo selfie, otros necesitan descargar viejos sentimientos o ejecutar algún rito, promesa o pensamiento, o simplemente pasar un rato contemplando el atardecer. El Camiño dos Faros también se despide de la Costa da Morte, donde cada paso es un nuevo paisaje.

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El camino de la luz

Punto de partida

Malpica (A Coruña)

Punto de llegada

Fisterra (A Coruña)

Distancia

190 km

Número de etapas

8 etapas

Desnivel positivo total

4.120 m