En la cuna mundial del esquí alpino
Las regiones de Vorarlberg, Tirol y Salzburgo en los Alpes austriacos representan la cuna mundial del esquí alpino moderno. Las esbeltas montañas de esta regiones con sus valles salpicados de pintorescos pueblos y sus ríos de aguas cristalinas, hacen de los Alpes austriacos una visita obligada para cualquier amante del esquí. Son muchos los destinos y dominios esquiables que nos ofrecen estas regiones alpinas volcadas al turismo de montaña: Sankt Anton am Alberg, Sölden, Zillertal, Kitzbühel o Ski Circus, entre otros muchos.
El pasado invierno viajamos con una familia formada por tres generaciones, eligiendo Kitzbühel como destino principal, ya que querían explorar diferentes dominios esquiables en una misma estancia. Esta posibilidad en nuestros viajes les había cautivado, y más teniendo en cuenta el buen nivel de esquí que tenía todo el grupo familiar.
Después de un vuelo directo a Munich les estábamos esperando para un posterior traslado privado de 2 horas a Jorchberg, pequeña población situada a las afueras de la bulliciosa población de Kitzbühel, donde se alojaron en un hotel con acceso directo a pistas.
Para la actividad de esquí y como eje principal del viaje pusimos a su servicio dos guías, con el fin de que cada miembro de la familia pudiera mejorar su técnica de forma personalizada y disfrutar al mismo tiempo todos juntos.
Durante los primeros días disfrutamos de la estación de Kitzbühel, galardonada numerosas veces como la mejor estación de Austria, y de su amplio dominio, que se extiende por las provincias de Tirol y Salzburgo.
En la parte final del viaje realizamos dos “ski day trips” con desplazamientos privados, que se hacen muy amenos gracias al descubrimiento de nuevas panorámicas y pueblos de la zona. Por un lado visitamos las estaciones de Zell am See con su emblemático lago y al glaciar de Kitzsteinhorn, con increíbles vistas a la región de Salzburgo. Por otro y coincidiendo con el último día de esquí, visitamos Bramberg am Wildkogel, ofreciéndonos la mejor panorámica del Parque Nacional de Hohe Tauern.
Una vez más pudimos observar que esta experiencia familiar se muestra como una bella herramienta de unión social.
